Svatý Dominik ze Silosu (obraz)
| Svatý Dominik ze Silosu | |
|---|---|
 | |
| Autor | Bartolomé Bermejo |
| Rok vzniku | 1474–1477 |
| Technika | olej na dřevěném panelu |
| Rozměry | 242 cm, 130 cm |
| Umístění | Museo del Prado, Madrid |
Svatý Dominik ze Silosu (španělsky Santo Domingo de Silos) je oltářní obraz namalovaný španělským malířem Bermejem pro kostel v Daroce zasvěcený tomuto světci.[1] Zobrazuje benediktinského opata Dominika ze Silosu na trůnu v biskupském rouchu. Zlatem zdobený oděv a celková výzdoba dominuje obrazu, postava světce se dostává do pozadí. Trůn obklopuje sedm personifikací cností. Dominik drží knihu a berlu, kolem hlavy má svatozář. Obraz byl od roku 1869 v držení Národního archeologického muzea, od roku 1920 je ve sbírkách muzea Prado. Jeho inventární číslo je P-1323.
Reference
- ↑ PORTÚS PERÉZ, Javier, a kol. The Spanish portrait : from El Greco to Picasso. London: Scala, 2004. Dostupné online. ISBN 1-85759374-X. S. 325. (anglicky)
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Santo Domingo de Silos entronizado como obispo, por Bartolomé Bermejo.jpg
La obra representa a Santo Domingo de Silos entronizado como obispo, y es la tabla central del retablo de Santo Domingo de Silos de la parroquia de Daroca, en la provincia de Zaragoza. El santo aparece vestido de obispo y sentado en un trono gótico decorado con estatuas policromadas de las siete virtudes, las teologales: Fe, Esperanza y Caridad y las cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Destaca especialmente el extremo realismo del rostro de Santo Domingo y la fuerza de su mirada, características propias del arte flamenco que, en este caso, no son verídicas sino ideales, ya que fue en el siglo XI cuando el monje Domingo fundó, cerca de Burgos, el Monasterio de Silos, donde vivió. Este realismo contrasta con el abundante uso del oro que, como se había especificado en el contrato, no aparece embutido, como es habitual en Aragón.
La obra representa a Santo Domingo de Silos entronizado como obispo, y es la tabla central del retablo de Santo Domingo de Silos de la parroquia de Daroca, en la provincia de Zaragoza. El santo aparece vestido de obispo y sentado en un trono gótico decorado con estatuas policromadas de las siete virtudes, las teologales: Fe, Esperanza y Caridad y las cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Destaca especialmente el extremo realismo del rostro de Santo Domingo y la fuerza de su mirada, características propias del arte flamenco que, en este caso, no son verídicas sino ideales, ya que fue en el siglo XI cuando el monje Domingo fundó, cerca de Burgos, el Monasterio de Silos, donde vivió. Este realismo contrasta con el abundante uso del oro que, como se había especificado en el contrato, no aparece embutido, como es habitual en Aragón.